Las comparaciones en los últimos tiempos entre la revolución de Egipto y otras abundan y son instructivas. Se ensayan dos escenarios distintos para el período posterior a la revolución, dice Eric Walberg
La revolución de Egipto está considerada como un nuevo desarrollo sorprendente, el resultado de la era de Internet. Pero en realidad es un escenario revolucionario tradicional predicho por Karl Marx a mediados del siglo XIX – una protesta desesperada contra la pobreza que proviene de un capitalismo depredador. Su relación con el derrocamiento de regímenes autoritarios en Europa del Este y Rusia en la década de 1990, asumiendo la imagen del puño cerrado del grupo serbio Orpor, es algo superficial. Una comparación más acertada en términos económicos sería con Filipinas, también un país donde la población campesina representa una parte muy importante de la población.